27 enero, 2011

Dulce sabor a bistrot

Peras pochadas en vino tinto es un exquisito postre, y lo digo de verdad, que nos enmarca o nos remonta a un pequeño bistrot de la ciudad de la luz aunque este escenario aún está, solo en mi imaginación. Por lo mientras quise preparar esta delicia, y para quienes no gusten de pasar tanto tiempo cocinando o no entran tan fácil a la repostería, es rápido y fácil... lo aseguro.

Con su delicada y elegante forma, las peras son un atractivo indudable; el líquido de cocción de vino tinto les dará un color rojo rubí profundo y el aroma presente, combinado de la vainilla, anís y canela, hace de este dulce una fantasía verlo, olerlo y comerlo.

Este postre es un noble representante de las técnicas de la nouvelle cuisine, donde la coccion lenta cuida al producto, manteniendo sus propiedades, la suavidad y el sabor de las peras lo colaboran. Para servir, un rico acompañante puede ser una bola de helado de vainilla o para intentar algo más, el queso mascarpone puede ser una buena opción. A mí me encanto, los comimos junto con O. dos días seguidos, deliciosa la combinación del dulzor de la pera + el gusto delicado del vino + perfume de las especias!

Ingredientes

4 porciones

4 tazas de agua fría
Jugo de un limón
4 peras maduras firmes
1 botella de vinto tinto ligero
1 3/4 tazas de azúcar
Ralladura de media naranja
1 anís estrella
1 vaina de vainilla abierta por la mitad a lo largo
1 canela en raja
Helado de vainilla para servir

1. En un bowl mediano, combine el agua fría y el jugo de limón. Pele las peras sin remover el tallo. Corte una rebanada delgada en la base de cada pera para que las peras puedan pararse sin dificultad. Coloquelas dentro del agua para evitar su oxidación.

2. En una olla suficientemente grande para contener todas las peras, combine el vino, el azúcar, la ralladura de naranja, el anís, la vaina de vainilla y la canela. Hierva a fuego medio y disuelva el azúcar completamente.

3. Agregue las peras y sumérjals en el líquido de cocción, tapar con un círculo de papel encerado recortado a la medida y deje cocer a fuego lento por 20 a 30 minutos, o hasta que estén suaves. Es importante que toda la superficie de las peras estén en contacto con el líquido para asegurarse que la coloración del vino sea uniforme.

4. Retire la olla del fuego. Deje enfriar la fruta completamente en el líquido. Reserve en el refrigerador por varias horas. (si es que hay tiempo)

5. Reduzca el líquido a fuego bajo a la mitad o hasta que la consistencia sea de jarabe. Rectifica el sabor, se puede agregar unas gotas de vinagre balsámico.

6. Corte las peras a lo largo, remueva las semillas. Corte las mitades en forma de abanico.

7. Sirva con la reducción de vino y una bola de helado, o en tal casao con queso mascarpone.

17 enero, 2011

festejo

Festejo! festejo! 1. porque he vuelto a escribir en este espacio, tratando ya de ser más constante. 2. nuevo regalo... una cámarita, con la que mejoraré. 3. y el principal, por terminar mis estudios. Y es por eso decidí... festejar! y que mejor forma que con una comida que organizamos para mi familia y amigos el pasado sábado; como dice un libro que acabo de hojear Quien comparte su comida, no pasa solo la vida.

Un menú que refleja un poco lo que me gusta hacer. Empezamos a botanear con una de las 3 entradas, una <tapa de salmón> rebanda de pan de mantequilla, muy bueno después les paso la marca, tostado untado con queso crema y pepinillos finamente picados, un poco de lechuga escalrola y láminas de salmón con un toque de aceite de oliva, en verdad deliciosa; seguimos con <ceviche de pescado> preparado con cuadritos de pescado sierra marinados con bastante jugo de limón y un buen aceite de olvia extra-virgen, algo importante para la consistencia del mismo es escurrirlo tras su cocimiento en el medio ácido y agregarle cebolla morada, jitomate, cilantro y chile serrano; acompañado de totopos. Y por último una <ensalada de queso mozzarella y tomates deshidratados> con una rica combinación de lechugas, en esta ocasión opté por la variedad maple, escarola y rizada, bien llevadas con un aliño hecho a base de tomates deshidratados, alcaparras y hojas de albahaca... amo ese sabor mediterráneo!




y para llenar, diría mi papá, ofrecimos <tacos de pescado> servidos con col, agucate y nuestra rica salsa mexicana: pico de gallo; muy elogiados por cierto! <Brochetas de camarón> y <Mojarras fritas>; todo esto acompañado por el <arroz con germen de soya > preparado por mi mamá y la <ensalada de fideos somen> o japoneses creado por A.; todo un éxito y solo de escribirlo el antojo vuelve.



Esta vez por las prisas y el cotorreo, no preparé bien las fotos pero O. me ayudó con esto. Escojí una variedad de flores, que les comparto, que enmarcaron bien el escenario de este festejo. En fin aún sigo muy satisfecha al recordar como se disfrutó lo que preparamos. Y espero ir creando junto con A. un concepto de catering y diseño de eventos, poco a poco.

Fiesta sin comida no es fiesta cumplida!