13 junio, 2011

Puerto de Veracruz, el mar fusionado de recuerdos

Las melodías provenientes de la marimba, el clima cálido, un tanto sofocante a veces, la brisa y la extraordinaria cocina jarocha son inherentes a mí, a mi memoria y a mi familia materna.No importa cuántas veces he estado en este hermoso puerto siempre me emociona ir para descubrir más lugares, más sabores y más rincones encontrando invariablemente la alegría de su gente y sus valiosas costumbres.


El mar de Veracruz es turquesa, pero sólo a veces y con toda certeza en los meses de verano, siempre y cuando se esté lejos del puerto y de los llamados nortes. Nos levantamos temprano para pasear en una de sus playas, ya sea que rentemos una palapa o simplemente sentarnos en la arena, es ideal para deleitarse con la pasarela gastronómica que ofrecen los vendedores: el coco preparado, los frescos camarones para pelar, los ostiones en su concha, las cervezas en su versión michelada, las empanadas, etc. Cuando la belleza del paisaje se vuelve asunto comestible, no hay nada más cierto que en el mar la vida es más sabrosa.



Para desayunar no hay mejor opción que ir a uno de los mercados de la ciudad para encontrar un local de picadas y gorditas. Mientras comes una picada de salsa verde o de salsa ranchera se puede tener la fortuna de escuchar la música de los jarochos entre las mesas. Dando vueltas en el mercado vale la pena comprar el chile comapeño originario de Comapa, ciudad localizada en el centro del estado, un ingrediente indispensable en las ollas veracruzanas.


La visita a las tías Lucha y Clara es imperdonable, y cuando llegamos a su casa en el patio nos sirven buñuelos y hojuelas que degustamos lentamente mientras se nos escurre un poco la miel de piloncillo con la que se acompañan. Sentadas alrededor de la mesa solemos escuchar las anécdotas de los grandes que maridan bien con nuestro postre.


La historia de esta ciudad se va revelando mientras se camina por sus calles, a través de la vista que brinda el malecón donde se observa que aún sigue siendo el puerto más importante del país. Cuando llegamos a la Plaza de Armas, la cual alberga la Catedral de Veracruz así como el Ayuntamiento y la pista de baile del tradicional danzón, se respira un ambiente colonial. Ahí en los portales disfrutamos escuchar sones jarochos, marimbas y danzones acompañados de una cerveza y un queso oaxaca, o de hebra como es conocido por allá, preparado.




En nuestro itinerario no puede faltar el café de La Parroquia, fundado desde 1808. Aunque la espera es larga, en cuanto está la mesa lista nos disponemos a pedir el clásico lechero con unas canillas, una delicia soñada por cualquier paladar. Platillos como panuchos o una variedad de tortas se vuelven la excusa perfecta para regresar y probarlas.


En la casa de mi abuela, el pescado a la veracruzana se cocina cada vez que estamos de visita, indudablemente es el plato favorito, lo prepara como lo dicta la receta original, el huachinango en una salsa roja concentrada e intensa con un toque justo de dulzor y acidez con los ingredientes imprescindibles: cebolla, ajo, alcaparras, aceitunas y chiles güeros en escabeche. Un guiso simple, colorido y elegante que nos incita a convivir quedándonos horas en la sobremesa.


Cuando llega la hora de volver nos despedimos de nuestra familia y nos quedamos pensando como dice la canción de Agustín Lara “… Veracruz, vibra en mi ser, algún día hasta tus playas lejanas tendré que volver.”

08 junio, 2011

dos recetas paso a paso

Paso a paso, rápido y fácil. Un recetario visual explicado paso a paso. Fueron las palabras que llamaron la atención de mi hermana para convencer a mi mamá de comprar este recetario, por cierto muy visual. Todas las recetas tienen fotografías para cada paso con unas sencillas insrucciones. Me gusta la propuesta de este libro porque incita a cocinar, se ve tan fácil; ideal para inspirarse y empezar a confeccionar alguno de estos platillos. La dinámica induce naturalmente, a eso que justamente nos falta a veces: un poco de inspiración. A la cocina mexicana le quedaría bien un recetario de este tipo y así quitar algunos tabús.

Por esta ocasión preparamos dos recetas que resultaron muy bien juntas, una tras otra: pasta con calabaza y limon, y pollo con tapenade al horno. Se las recomiendo, prepárenlas para que sientan el sabor a cítrico junto la textura crujiente de la calabaza y la untosidad de la pasta. No me había dado cuenta de que las calabazas son buenas protagonistas; en este tipo de platillos donde es importante no sobrecocerlas para conservar sus propiedades.

El tapenade es un gran acompañante a la hora del aperitivo, en este gusio perfuma delicadamete al pollo brindéndole un sabor salado muy especial, el tocino y el dulzor del jitomate cherry completa perfectamente.



Pasta con calabacitas y limón
4 porciones

Ingredientes
6 cucharadas de aceite de oliva
1 cebolla fileteada finamente
2 dientes de ajo muy picados
2 cucharadas de romero fresco picado
1 cucharada de perejil fresco picado
1/2 kilo de calabacitas en bastoncitos
ralladura de un limón
1/2 kilo de pasta (tornillos)
5 cucharadas de queso paremsano recién rallado (o queso chihuahua)
Sal y pimienta al gusto

Procedimiento
1. Calienta el aceite en un sartén grande a fuego medio. Añade la cebolla y sofríela, removiendo de vez en cuando, durante 10 minutos o hasta que se dore.
2. Sube el fuego, agrega el ajo, el romero y el pereji. Rehóguelos unos segundos sin dejar de mover.
3. Incorpora las calabacitas y la raladura. Mezcla todo de 5 a 7 minutos, removiendo de vez en cuando, hasta que los ingredientes empiecen a estar tiernos. Salpimiéntelos y retírelos del fuego.
4. Lleva a ebullición agua (lee las instruciones en el paquete de la pasta) y agrega suficiente sal. Vierte la pasta, mueve con una cuchara para que no se peguen. Cuécela por 10 minutos o hasta que esté al dente.
5. Escurra la pasta, viértela en el sofrito de calabacitas. Agrega un poco de aceite de oliva y calienta un poco más.
6. Esparce el queso por encima y sirva la pasta enseguida.

Pollo con tapenade al horno
4 porciones

Ingredientes
4 pocheguas de pollo sin la piel
4 cucharadas de tapenade de aceitunas verdes (ve la receta a continuación)
8 rebanadas finas de tocino
2 dientes de ajo picados
8 jitomates cherry cortados por la mitad
1/2 taza de vino blanco
3 cucharadas de aceite de oliva
8 rebanadas de pan
Sal y pimienta

Procedimiento
1.Calienta el horno a 220°C. Coloca las pechugas sobre una tabla y realice tres cortes profundos en cada una.
2. Extiende una cucharada de tapenade sobre cada pechuga e introdúcelo en los cortes con una espátula.
3. Envuelve cada pechuga con dos rebanadas de tocino.
4. Colócalas en un refractario y añade el ajo y los jitomates cherry.
5. Salpimienta todo e incorpora el vino y una cucharada de aceite de oliva.
6. Hornea las pechugas unos 20 minutos hasta que al pincharlas desprendan un jugo claro, deja reposar por 5 minutos.
7. Mientras tanto, unta el pan con el aceite restante y tuéstalo de 2 a 4 minutos, dándole la vuelta hasta que se dore.
8. Emplata el pollo y los jitomates, y agrega un poco del jugo de la cocción. Sírvelo con el pan tostado.

Tapenada de aceitunas verdes
rinde una taza

Ingredeintes
300 g de aceituna verde sin hueso y drenadas
4 filetes de anchoa enjuagados en agua
3 cucharadas de alcaparras drenadas
2 dientes de ajo pequeños picados
2 cucharadas de aceite de oliva extra virgen
1 cucharada de cognac (opcional)
1 cuchrada de jugo de limón
1 cucharadita de ralladura d elimón
1 manojo pequeño de perejil picado
Sal y pimienta al gusto

Procedimiento
1. Muele las aceitunas, las anchoas, las alcaparras y el ajo en un mortero (o en licuadora, dan pulsos descontinuos).
2. Agrega gradualmente el aceite de oliva a chorro para emulsionar.
3. Incorpora el cognac, el judo de limón, la ralladura y el perejil. Sazona al gusto.

17 marzo, 2011

Convite campestre

Aunque aquí el pasto no tenga su color óptimo, el verde, el paisaje semiárido con su flora y fauna característica que enmarca a Amealco, Qro. nos ha cautivado y lo seguirá haciendo. Ahí se encuentra el lugar idóneo para encuentros y festejos familiares, acompañados de la exquisita cocina típica del lugar: mole con guajolote y barbacoa de borrego cocido en pencas de maguey en hoyo, y de vez en cuando bien maridados con un vaso de pulque, este puede ir acompañado de refresco rojo dejándote de igual forma una buenas chapas.

Esta vez disrute aún más el campo tratando de captar su escencia en estas imágenes, siendo mi cactácea favorita en muchos platillos: el nopal, mi inspiración. Una planta empleada desde antes de que los habitantes del teritorio mexicano se asentaran en aldeas, son las hojas las que se consumen ya sean asadas, hervidas como para una ensalada de nopales, etc. y sus frutos: tunas, son unas verdaderas delicias apreciadas por su sabor dulce y sus colores vibrantes.

Para un convivio familiar campestre, de estos que les comentaba, que se llevó acabo hace poco tiempo; decidimos preparar entre mi hermana y yo una botana, de esas que no puedes dejar comer, literal: carne tártara, ideal para ir abriendo el apetito a medio día mientras se acompaña con una cerveza obscura.

¿El secreto? dijo mi tía C.
"Es todo los ingredientes bien picaditos"
Y así lo hicimos, con un poco de paciencia todos los ingredientes quedaron bien picaditos!. La carne, la marinamos con jugo de limón para lograr su cocimiento; para sazonar nos ayudamos de un toque de mostaza, salsa maggi y sal. Unos totopos recien hechos acompletaron la experiencia.



Carne tártara

Ingredientes:
250 gr de carne molida
Jugo de 4 limones
1 cda. de alcaparras
1/2 taza de aceitunas verdes sin hueso
1 jitomate grande
1/2 cebolla morada
2 chiles serrano
1 ramito de cilantro
1 cdita. de mostaza
1 cdita. de salsa maggi
1 cda. de aceite de oliva extra virgen
Sal y Pimineta

Procedimeinto:
1. Macere la carne molida en un bowl con el jugo de limón. Repose por 30 min. en el refrigerador.
2. Pique finamente la cebolla, el jitomate, las alcaparras, las aceitunas, los chiles y el cilantro.
3. Mezcle los ingredientes con la carne molida y sazone (a su gusto) con la mostaza, la salsa de maggi, el aceite de oliva, sal y pimienta.

Háganlo y pruébenlo, provecho.

08 marzo, 2011

Lunch de noodles

¡Como llaman la atención los fideos somen sin salir del paquete! todos delgaditos, reunidos por una banda de papel color rojo. Búsquenlos en tiendas orientales o hasta en tiendas de autoservicio los he llegado a ver, llamados también fideos japoneses. Están hechos de harina de trigo, son rápidos de cocer y son una de las comidas veraniegas favoritas de los japoneses.

Aquí los uní con algunas hortalizas para realizar una refrescante ensalada, completando el sabor con un sencillo aderezo de soya. Ideal para el lunch!

Esta vez que la preparé ya traía un hambre... bárbaro! y la ida al super se me dificultó, se me negó; es por eso que un ingrediente faltó a la reunión: el surimi. Acúerdense de la importancia de una alimentación completa, así que deben de tener a todos los nutrientes.: proteínas, carbohidratos y lípidos, en sus paltillos y comidas. Otra opción para esta rica ensalada, es acompañarla con camarones o en un delicioso lomo de salmón.



Ingredientes: lechuga francesa (o la variedad que tengan a la mano) + jitomate cortado en julianas no tan delgadas + pepino cortado igual que el jitomate + surimi desmenuzado + fideos somen + ajonjolí negro. Todo al gusto.

Aderezo: salsa de soya + jugo de limón + sal y pimineta. Al gusto!


16 febrero, 2011

14/Bagels

No hay algo que emocione más que planear un regalo, y esta fue la ocasión para pensar en algo para O., aunque no había mucho presupuesto; enseguida me fui a la cocina, sabiendo de las compras de fin de semana con las que contaba, a preparar unos poderosos bagels de salmón ponerlos en la canastita de madera y llevarle un picnic dentro de casa a O. y así disfrutarlo sentados en la alfombra viendo una buena película ¿qué más se puede pedir?. Cursi o no, sí! fue para el festejo del pasado 14 de febrero... como siempre buscando pretextos para comer rico.

Bagel es un panecito delicioso y multifacético, se lleva con todo. Es un bocadillo lleno de sabores que se complementan, dejandote una gran sensanción. Nos gusta difrutarlo tostado con queso crema, rebanadas de salmón ahumado, cebolla desflemada, alcaparras, jitomates cherry y lechuga; bañado ligeramente con aceite de oliva. Pruébenlo, además los bagels se venden en diferentes presentaciones como ajo, cebolla, ajonjolí y estos fueron integrales.

Y así fue la fiesta, con trocitos de queso brie, jamón serrano, bagels de salmón y vino; y como mesa una guitarra con la cual después tratamos de cantar, sin mucho éxito pero eso sí terminamos bien cenados.

08 febrero, 2011

Bistrot AF


Si un día andan por las calles de Polanco, les recomiendo una parada rápida en la Alianza Francesa donde además de haber una galería y una librería, hay un pequeño espacio para deleitarnos: Bistrot AF. Leí la sugerencia en una de mis revistas de confianza Elgoumet.com y cuando tuve la oportunidad, fui a tomar un desayuno ligero pero muy reconfortante.

Hay desayunos completos pero el que yo probé fue una promoción: un cremoso cafe au lait acompañado por un croissant recién horneado relleno de queso y jamón por $45. Vale la pena de verdad! También se puede escoger un delicioso pain su chocolat.

El lugar es cómodo y sencillo, pero muy bien iluminado. Tiene pizarrones que nos cuentan sobre los platos del día, y la ensalada nicoise será el pretexto de mi próxima visita.

Mientras les dejo esta pequeña sugerencia para empezar un buen día.

27 enero, 2011

Dulce sabor a bistrot

Peras pochadas en vino tinto es un exquisito postre, y lo digo de verdad, que nos enmarca o nos remonta a un pequeño bistrot de la ciudad de la luz aunque este escenario aún está, solo en mi imaginación. Por lo mientras quise preparar esta delicia, y para quienes no gusten de pasar tanto tiempo cocinando o no entran tan fácil a la repostería, es rápido y fácil... lo aseguro.

Con su delicada y elegante forma, las peras son un atractivo indudable; el líquido de cocción de vino tinto les dará un color rojo rubí profundo y el aroma presente, combinado de la vainilla, anís y canela, hace de este dulce una fantasía verlo, olerlo y comerlo.

Este postre es un noble representante de las técnicas de la nouvelle cuisine, donde la coccion lenta cuida al producto, manteniendo sus propiedades, la suavidad y el sabor de las peras lo colaboran. Para servir, un rico acompañante puede ser una bola de helado de vainilla o para intentar algo más, el queso mascarpone puede ser una buena opción. A mí me encanto, los comimos junto con O. dos días seguidos, deliciosa la combinación del dulzor de la pera + el gusto delicado del vino + perfume de las especias!

Ingredientes

4 porciones

4 tazas de agua fría
Jugo de un limón
4 peras maduras firmes
1 botella de vinto tinto ligero
1 3/4 tazas de azúcar
Ralladura de media naranja
1 anís estrella
1 vaina de vainilla abierta por la mitad a lo largo
1 canela en raja
Helado de vainilla para servir

1. En un bowl mediano, combine el agua fría y el jugo de limón. Pele las peras sin remover el tallo. Corte una rebanada delgada en la base de cada pera para que las peras puedan pararse sin dificultad. Coloquelas dentro del agua para evitar su oxidación.

2. En una olla suficientemente grande para contener todas las peras, combine el vino, el azúcar, la ralladura de naranja, el anís, la vaina de vainilla y la canela. Hierva a fuego medio y disuelva el azúcar completamente.

3. Agregue las peras y sumérjals en el líquido de cocción, tapar con un círculo de papel encerado recortado a la medida y deje cocer a fuego lento por 20 a 30 minutos, o hasta que estén suaves. Es importante que toda la superficie de las peras estén en contacto con el líquido para asegurarse que la coloración del vino sea uniforme.

4. Retire la olla del fuego. Deje enfriar la fruta completamente en el líquido. Reserve en el refrigerador por varias horas. (si es que hay tiempo)

5. Reduzca el líquido a fuego bajo a la mitad o hasta que la consistencia sea de jarabe. Rectifica el sabor, se puede agregar unas gotas de vinagre balsámico.

6. Corte las peras a lo largo, remueva las semillas. Corte las mitades en forma de abanico.

7. Sirva con la reducción de vino y una bola de helado, o en tal casao con queso mascarpone.